Su nombre es Clara Alfonsa Reinoso Cervilla, aunque -lamentablemente- es conocida como "la madre de la niña robada en la ClÃnica Dexeus de Barcelona".
Opinión | 16 de abril de 2017Robada, sí, en esa clínica de lujo donde la menor tutelada que entoces era, jamás pudo imaginar lo que se estaba tejiendo a su costa. Clara Alfonsa tenía catorce años, estaba embarazada, y su destino inmediato dependía del Tribunal Tutelar de Menores, aunque la dejaron completamente sola en tierra de nadie. Indefensa, desconocedora de sus mínimos derechos, que fueron pisoteados a conciencia por personajes ilustres cuya parcela de poder se extendió a sus anchas con absoluta impunidad.
Sucedió en 1987, año de elecciones. Democracia. Franco estaba muerto y enterrado -por tanto- ese robo no puede ser adjudicado al franquismo, puesto que pertenece -institucionalmente hablando-, a la DGAIA (Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia): Servicios Sociales.
Aquel caldo de cultivo ya se cocía de forma interiormente desacarada, tomando como rehenes a menores desamparadas con las que se hacía y deshacía sin que a nadie le temblara el pulso.
Clara Alfonsa, procedente de una familia desestructurada, no era más que una niña inocente y muerta de miedo que arrastraba como podía sus traumas familiares, cargando con todos los errores de los adultos que la trajeron al mundo. Un mundo plagado de precariedades, desatención, violencia familiar y abandono.
Supuestamente pasó por el centro Santa Eulalia. Y digo supuestamente ya que no existe expediente ni documentación alguna al respecto. Hasta allí la llevaron en coche los del Tribunal Tutelar de Menores, según afirma la asistenta social de Calella, Carmen Tamurejo.
De ese centro la recoge Teresa Cervelló Nadal en su propio coche (magistrada de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Se convirtió en la primera mujer nombrada por el Consejo General del Poder Judicial a propuesta del Parlamento catalán) para trasladar a Clara a la Casa de la Jove.
Teresa Cervelló era cuñada de Nuria de Gispert Catalá, abogada de la Casa de la Jove y posteriormente Presidenta del Parlamento de Cataluña de 2010 a 2015. Fue la directora de la Casa de la Jove, Mercedes Porrera (imputada en el caso) quien confirma este concepto.
Cuando Clara Alfonsa ingresa en la Casa de la Jove, está embarazada de siete meses y medio. Hasta entonces, no había pasado por ningún tipo de control médico. El 8 de mayo de 1987, es conducida a la Clínica Dexeus por Cristina Rimbau (profesora en la Universidad de Barcelona) . La hora de visita estaba ya concertada de antemano el mismo día en que ingresa en el centro de menores.
En la Dexeus le hacen ecografías y distintos análisis. Ese mismo día le comunican que espera un varón.
Posteriormente se producen unas cinco o seis visitas más, siempre a la Clínica Dexeus.
El 18 de junio de 1987, sin que Clara Alfonsa tuviera la más mínima molestia o contracción, incluso sin romper aguas, le dicen que "se prepare, ha llegado el momento de dar a luz", e ingresa sin ningún tipo de documentación, puesto que no tenía DNI.
Recuerda que le dieron dos pastillas y a partir de ese momento su memoria se nubla. La durmieron por completo con anestesia total. Al despertar, es informada de que el parto ha ido mal y su bebé ha fallecido, ya que -según dicen- "el niño era muy pequeño".
Permance ingresada en la clínica hasta el 21 de junio. De allí la recoge Mercedes Porrera para ser conducida de nuevo al centro de menores. "Eres joven, puedes tener más hijos, no pasa nada"- dijo. En la Casa de la Jove se deshacen de Clara Alfonsa: "Búscate la vida, encuentra un trabajo". Tenía 15 años.
El Tribunal de Menores -cuya máxima autoridad era entonces Margarita Robles Fernández- no se responsabiliza de nada.
Margarita Robles Fernández recibe el informe del embarazo de la menor desde la policía de Calella. Solicita la tutela del Tribunal por desamparo, por lo que no se puede entregar a la menor a institución o persona alguna sin ser notificada la intención o el hecho consumado. Pero Clara Alfonsa, desamparada por el mismísimo Tribunal Tutelar, acude a un amigo que le había ofrecido trabajo en su día, y afortudadamente, este la acoge en su casa.
Según un documento del Tribunal Tutelar de Menores, el 10 de julio de 1987 se deshace el desamparo por arte de magia o maniobras arteras más que calculadas desde el primer momento en que se planea el robo de su bebé.
Nadie la visita. Nadie la entrevista. Nadie comprueba dónde se encuentra la menor, qué ha sido de ella, dónde vive o dónde duerme.
Argumento oficial: Se retira la tutela del Tribunal ya que (según ellos) está a punto de cumplir 17 años. Falso, acababa de cumplir los 15. Esa retirada es firmada por Margarita Robles Fernández.
En resumen: Clara Alfonsa es abandonada a su suerte en plena cuarentena, con una hemorragia considerable, con el dolor de su hijo muerto, sin trabajo, sin casa, y con cuatro escasas pertenencias que coloca como puede -junto con toda su existencia- en el domicilio de un amigo, un verdadero extraño para el Tribunal de Menores: Se la quitan de encima sin más. No hay seguimiento.
Lo que se produce a partir de ese momento, es un abandono descarado por parte de las instituciones. Un desamparo en toda regla sobre otro desamparo inicial que cubren sobre el papel trasteando a una menor embarazada del coro al caño hasta conseguir el objetivo final: Clínica Dexeus, varón muerto. Adiós hijo. Adiós, Clara Alfonsa Reinoso Cervilla. Búscate la vida y que te vaya bonito.
Tras dar a luz, nadie se ocupó de la pequeña Clara Alfonsa. Tuvo que acudir sola, a urgencias del hospital de Calella, para ser atendida por una hemorragia post parto severa.
Sin embargo, y pese a semejante cúmulo de desdichas, la vida le concedió a Clara Alfonsa el regalo que tanto merecía: Ser feliz. Se casó con su amigo, el benefactor que la acogió a los 15 años sin que el Tribunal de Menores moviera la más mínima pieza al respecto, y juntos formaron una maravillosa familia. Tienen tres hijos.
Un 10 de mayo de 2013 -fecha que Clara Alfonsa jamás olvidará-, caminaba por la calle cuando recibió la llamada de un tal Eduard Fernández, de la DGAIA. Habían pasado 26 años. Clara Alfonsa no tuvo un varón, era una niña. Y no estaba muerta. Su hija Marina vivía y la estaba buscando. Su pasado invadió aquel presente. Se cayó redonda al suelo, entrando en estado de shock.
Clara Alfonsa y su hija Marina se conocieron el 17 de mayo de 2013.
-Mercedes Porrera dice no saber si era niño o niña y si nació vivo o muerto.
-El bebé fue recogido a las dos horas de nacer. Sus padres adoptivos son Jordi Estivill Pascual y Cristina Rimabu Andreu, la misma que se hizo pasar por asistenta social cuando llevó a Clara por primera vez a la Dexeus.
-Cristina Rimbau Andreu era estéril. Pasó por un tratamiento de fertilidad en la Dexeus que se prolongó durante dos años, sin éxito. Ella y Jordi Estivill Pascual no estaban casados, por lo que entonces no podían acceder a una adopción legal.
-Cristina Rimbau Andreu pacta -en una cafetería- con su amiga Teresa Cervelló, la entrega del bebé de una menor tutelada.
-Tanto los análisis, ecografías, pruebas médicas y facturas, están a nombre de Cristina Rimbau Andreu. Legalmente, ella era la embarazada. Clara Alfonsa no existía. No era nada. No era nadie.
-El bebé es entregado a Cristina Rimbau Andreu por Teresa de Gispert, hermana de Nuria de Gispert, ex presidenta del Parlament de Catalunya hasta hace muy poco.
-La doctora López Rodó (familiar directo del antiguo ministro franquista) es quien comunica que "el niño ha muerto".
-En un papel determinado consta lo siguiente: "Madre desconocida. Paradero desconocido".
¿Cómo la pretigiosa Clínica Dexeus admite el ingreso de una menor tutelada sin DNI?
¿Por qué nadie de la Clínica Dexeus se molestó en llamar al Tribunal Tutelar de Menores?
¿Por qué no contactó nadie con asistentas sociales o tutores?
¿Quién firmó el consentimiento de una anestesia total aplicada a una gestante menor tutelada sin documentación alguna?
¿Cómo es posible que no exista informe alguno en el Tribunal Tutelar sobre el embarazo de la menor, visitas médicas o clínica donde dio a luz?.
¿Cómo se justifica el parto anónimo de una menor de 14 años tutelada?
Margarita Robles Fernández ¿ Sabía usted lo que firmaba?. ¿Sabía que consintió el abandono y consecuente desamparo oficial de una menor?.
-¿Dónde está el abandono del bebé cuando sale de la clínica a las dos horas de nacer y su madre permanece ingresada en esa misma clínica durante tres días?
¿Sabía que la menor estaba embarazada?. ¿Sabía que el robo de ese bebé estaba más que planeado por personajes entonces intocables?.
Absolutamente todo lo que aquí se expone está documentado. Clara denunció en los Tribunales de Justicia el robo de su hija Marina. Actualmente, el caso se encuentra archivado de forma provisional en espera de presentar más pruebas. En el auto se reconoce haber cometido delitos "muy graves", desde falsificación documental a una adopción ilegal.
Margarita Robles Fernández: Usted fue la primera mujer que presidió una sala de lo Contencioso- administrativo. La primera mujer que presidió una Audiencia (concretamente la de Barcelona). La tercera mujer que llegó al Tribunal Supremo. Ha sido Subsecretaria del Ministerio de Justicia, Secretaria de Estado del Ministerio del Interior, Magistrada del Tribunal Supremo, vocal del Consejo General del Poder Judicial en España.
De mujer a mujer: Haga justicia. Explíquese. Argumente qué es lo que firmó en 1987. Usted, jueza para la democracia, haga honor a su nombre y al de Clara Alfonsa Reinoso Cervilla. Devuelva el honor arrebatado y repare los errores y delitos cometidos contra su persona, pero -por encima de todo-, contemple el clima moral de este asunto:
"Para que triunfe el mal, solo es necesario que los buenos no hagan nada". Edmund Burke.