Los negocios de Felicidad

La seguridad social se ha presentado con una orden de embargo. Eva, muy alterada, decide buscar ayuda. Se entera de que la generalitat concede dos mil quinientos euros a cada familia cuando nace un bebe, por lo que decide inscribir a Felicidad en el registro civil.

-Oye, Eva ?protesta Felicidad- si vas a sacar esa pasta, me corresponde por lo menos la mitad para mis gastos.

-Mira niña, tu no tienes ni la menor idea de lo que estas diciendo. Ya tuvimos bastante el otro día con lo de la pistola de marras, tu novio el antisistema y las notas falsificadas del colegio.

-Me adoptasteis, soy una menor, quiero la mitad he dicho, y la quiero para irme a los outlets , renovar mi vestuario, comprarme un cartón de tabaco y un poco de marihuana.

Sor-Prendida esta a punto de soltarle un guantazo. ¡No puedo mas ¡ -le grita-.

Esta niña me tiene descompuesta, me paso el día controlando sus pasos, es un peligro, no hace mas que generar problemas y meterse en líos?

-Pues vamos a negociar ?insiste la criatura-. Yo me encargo de vuestras deudas con hacienda y la seguridad social porque tengo un colega metido en la administración que es totalmente corrupto, y a cambio de cerrar el local para el solito durante una noche, olvida el expediente. Quiere doce bailarinas de la danza del vientre, cuatro botellas de absenta y una tarta de dulce de leche.

-¿ De dulce de leche? ?pregunta Eva.

-Si, es que su mujer es argentina

-¿Pero tu donde conoces a toda esa gente?

-En el vis a vis familiar y en los días de comunicación, cuando voy a visitar a Robin. En la cárcel, para ser más exactos.

Eva se deja caer en el sofá, abrumada. ?La culpa de todo esto es nuestra, si es que adoptar un hijo es una cosa muy seria, pero esta cría es puro cachondeo, nos ha salido pendenciera, rebelde, negociadora?y seguro que ya no es virgen??

-Por eso quedaros todos tranquilos. No pienso perder la virginidad hasta que cumpla los quince. De momento mi novio esta en el trullo y no puedo mantener relaciones sexuales. Lo mas importante para mi sois vosotras y Paul Bazo.

Al fin y al cabo me rescatasteis de las garras de mi padre, Rajoy. Ya no soy su niña, soy la vuestra.

Sor abrió los ojos y dijo : ?Claro, pobre criatura?odo esto es obra de su padre, a saber la de cosas que le metió en la cabeza?pobrecita, como la ha utilizado??

-Lo dejamos entonces a medias. Mil doscientos cincuenta euros para mi y os saco del apuro. Y no me quedo con las copas de la noche